Con los fondos recaudados con la carrera benéfica, el Club Shriners El Salvador podrá impulsar muchas más acciones enfocadas en la prevención y rehabilitación de niños que sufren quemaduras de toda índole.
Wilber Corpeño
Fotos: Alexander Represa
La Palabra Universitaria
Una mañana atlética vivieron decenas de personas, entre estudiantes y particulares que se sumaron a la octava carrera Devuélveme la Sonrisa 2023, que una vez más organizó la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec) para contribuir a la causa de aquellos infantes que son atendidos en las salas del Hospital de Niños Benjamín Bloom.
La jornada aeróbica, que reunió a decenas de personas, entre corredores, familiares y amigos de la familia Utec, llenó de colorido las calles y avenidas aledañas a la casa de estudios universitarios.
Con este tipo de acciones la Utec no solo busca generar profesionales en diversas áreas del conocimiento, sino también que estos adquieran conciencia sobre la importancia de ayudar a quienes lo necesitan, dijeron autoridades del decanato de estudiantes.
Cada circuito, que era de 3,5 kilómetros, partió desde la primera calle poniente a la altura del edificio de los fundadores de la Utec, respectivamente, hasta llegar al polideportivo de este mismo recinto educativo.
La exigencia física fue evidente, muchos de los participantes dieron su máximo esfuerzo para llegar a la meta, algo que fue indudable por la transpiración al culminar la carrera.
Para los responsables de coordinar la actividad desde el seno de la Utec, este tipo de acciones son de fundamental importancia para la institución, pues deja en evidencia su compromiso con causas humanitarias que se impulsan desde el Club Shriners El Salvador, que es parte de Shriners International, una organización sin ánimo de lucro, anteriormente conocida como la Antigua Orden Árabe de los Nobles del Santuario Místico.
De acuerdo con Carlos Magno Pineda, del decanato de estudiantes de la Utec, los fondos recaudados por el pago de inscripción en la actividad ayudarán o contribuirán de manera oportuna a la atención de tantos niños que año con año son atendidos en el Hospital de Niños Benjamín Bloom.
Agrega que desde la Utec siempre será satisfactorio ser parte de este tipo de actividades que, además de haberse vuelto tradición en los últimos años, es una fiesta estudiantil “misma que es posible gracias al apoyo de nuestra comunidad”, dice.
“Agradecemos a la comunidad estudiantil y aquellos que no lo son, por el apoyo incondicional que nos han dado,” puntualiza el funcionario de la Utec.
