De igual modo dijo que se deberían impulsar acciones estratégicas que se enfoquen en desarrollar la costumbre de la lectura por parte de la sociedad en general, pues el punto de partida de cualquier escritor es su costumbre lectora.
Wilber Corpeño/Vami Villatoro
Fotos: Wilber Corpeño
La Palabra Universitaria
Un verdadero análisis interpretativo sobre el tema de la literatura en el país ha hecho recientemente con este periódico el connotado escritor salvadoreño, Manlio Argueta, quien centra su postura desde dos aspectos, que desde su perspectiva son de fundamental importancia para el desarrollo literario en El Salvador.
Y es que la percepción que cualquier salvadoreño común podría tener en los tiempos actuales es que en el país no existen, o si los hay, son muy escasos los escritores vigentes y emergentes; sin embargo, Manlio Argueta sostiene que no es que no haya literatos, sino más bien, que lo que no hay es una iniciativa integral que se enfoque en brindar apoyo y favorecer espacios de exposición pública para aquellos que están inmersos en este mundo.
Del mismo modo señala que son muy pocas las iniciativas verdaderamente integrales que se dirijan al fomento de la lectura en la sociedad, especialmente en jovencitos en edad escolar. Es ahí, dice, donde se deben apuntar todos los esfuerzos para desarrollar la costumbre de la lectura, pues el punto de partida de cualquier escritor es su costumbre lectora.
“Mira yo creo que sí hay interés por escribir, incluso nunca había habido tantos poetas como desde nuestra época. Yo pienso que lo que hace falta es promoción de la lectura en la sociedad en general, eso pasa por la puesta en marcha de acciones estratégicas por aquellos entes responsables de desarrollar temas con relación a la educación”, describe.
En su época de adolescencia, cuando despertó su entusiasmo por la lectura y la literatura, los periódicos sacaban cuatro páginas literarias, donde, dice, aprendió literatura viviendo en San Miguel.
“Yo no tenía libros ni conocía a tanto protagonista de la literatura en nuestro país, pero ahí conocí los nombres de los poetas. Hoy esas cosas se han perdido, la gente no tiene la oportunidad de conocer a nuestros lectores que, si los hay, hay muchos profesionales que producen literatura”, dijo Argueta, reafirmando que en los tiempos actuales no es que no haya o emerjan nuevos escritores, sino que siguen estando en una especie de anonimato por el poco interés de lectura que hay en la sociedad.
Entre otros muchos consejos que el escritor señala, es que en el país se debería tomar como modelo algunas iniciativas que en países desarrollados se están implementando para el fomento de la lectura; por ejemplo, dice, es necesario que a los niños de segundo a sexto grado se les quite el acceso a computadoras y teléfonos inteligentes y se le ponga a disposición libros de lectura por cada asignatura, pues dice que esos aparatos disminuyen la capacidad intelectual en los jovencitos.