El docente de la escuela de idiomas de la Utec, Miguel Ostorga, compartió con colegas de la facultad de ciencias sociales un análisis sobre el impacto que tienen las Tecnologías de la Información, Tecnologías del Aprendizaje y Tecnologías del Empoderamiento.
Wilber Corpeño
La Palabra Universitaria
El uso de la tecnología como recurso fundamental para los nuevos ambientes de aprendizaje, fue el tema de una ponencia magistral que preparó el maestro de la escuela de idiomas de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), Miguel Ostorga, en el marco del congreso 2024 que la institución celebró con su planta docente.
De acuerdo con el experto, que impartió su ponencia ante los colegas docentes de las diversas escuelas de la facultad de ciencias sociales, en los tiempos actuales los procesos formativos si o si deben estar apegados a la dinámica de las tecnologías.
De cierta manera, Ostorga lamenta el hecho que en la actualidad sigue habiendo ciertas fricciones que impiden el libre uso de las diversas tecnologías en los ambientes de aprendizaje.
“Parecería que a pesar de que los gobiernos hayan invertido en tecnología ha ocurrido algo en educación, y es que a pesar de ello parecería que no se ha influido dentro de los procesos de aprendizaje en las universidades”, dice.
Al mismo tiempo agrega que esa aseveración se da porque al parecer los estudiantes están utilizando las tecnologías, pero no están aprendiendo como se espera, de manera que ha habido algunos problemas de parte de los educadores.
En primero lugar dijo se debe a la postura tecnofóbica de parte de algunos educadores, es decir que, aun sigue habiendo muchos docentes de todas las áreas del saber que tienen temor al uso de las tecnologías dentro de los procesos de aprendizaje.
“De hecho existe una fuerte resistencia al cambio, y sobre ello hay mucho trabajo que hacer todavía”, afirma.
Por otro lado, dice que se muestra la postura tecnofóbica porque existe un abuso de muchos docentes que utilizan las tecnologías, pero no saben cómo utilizarla de la manera más adecuada, de manera que están dando un trato nocivo de la tecnología sin poner pies ni cabeza.
“Eso significa que las tecnologías de la información y la comunicación no harán magia, es decir, los estudiantes no van a aprender solamente porque el docente traiga herramientas como Siri, Alexa o cualquier Inteligencia Artificial, porque una intervención pedagógica no sirve simplemente con lo mejor en tecnología si no se transforma como un recurso generador del aprendizaje”, reflexiona.
Ostorga destaca que la principal apuesta de cara al futuro en los procesos de aprendizaje debe ser integrar de la mejor manera las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) y Tecnologías del Empoderamiento y la Participación (TEP).
Es decir que son herramientas que en la actualidad se deben utilizar, pues permiten a los estudiantes desarrollar competencias que les permitan resolver diversas problemáticas, e inclusive incursionar en el campo de la investigación de una manera científica, mejorando su pensamiento crítico.
