Fueron alrededor de 38 mujeres las que recibieron su diploma tras participar en la capacitación que se desarrolló durante un período de seis semanas, en el que las participantes pudieron conocer sobre diversas técnicas que les ayudará a crecer sus emprendimientos.
Wilber Corpeño
Fotos: Alexander Morales
La Palabra Universitaria
Finalizó el programa que involucró a un grupo de 38 mujeres emprendedoras que son parte del programa Comienzo mi negocio, impulsado por Emprende Pro Mujer El Salvador, y apoyado por la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec) a través de su Laboratorio de Innovación Social (Lab Utec Núcleo) y su dirección de proyección social.
Ante ello el director de proyección social, William Geliz, destacó que esta iniciativa es producto del esfuerzo de vinculación que se ha logrado establecer con la organización internacional Pro Mujer.
“Nos complace mucho como universidad abrir estos espacios para facilitar el desarrollo emprendedor de las mujeres y que sean capaces de desarrollarse por sí mismas en ese mundo del emprendimiento. Por ello, esperamos que lo que en estas seis semanas se aprendió sea bastante fructífero y esperamos que siempre lo pongan en práctica”, dice el funcionario de la Utec.
Asegura que el proyecto formativo no termina con esta capacitación, pues anunció que se avecinan otras facetas en las que intervendrán otro tipo de líderes y facilitadores que reforzarán aún más los conocimientos de las mujeres participantes.
Puntualiza que este programa se desarrolla con el fin de fortalecer habilidades de negocios y personales, como el liderazgo y la autoestima; además, se brindaron herramientas para que sus emprendimientos sean más productivos.
Y es que, de acuerdo con la capacitadora, Aracely Zaldaña, el programa Comienzo mi negocio tiene como objetivo impulsar los emprendimientos o negocios, ofreciendo nuevos conocimientos, herramientas prácticas que fortalecerán las habilidades personales y empresariales.
Añade que este programa trae beneficios como aplicar herramientas sencillas y prácticas para mejorar estrategias de ventas, decidir lo que se quiere aprender, fortalecer las habilidades personales y de emprendedurismo, aprender de forma flexible con los tiempos de cada participante y avanzar por módulos adecuados a las necesidades.
También implica beneficios como formar parte de una comunidad de apoyo de emprendedoras, facilitar un cuaderno de herramientas para usar en todo momento, reconocimientos al acumular puntos por cada actividad y obtener un diploma al terminar el programa formativo.