El diplomático europeo, François Roudié, instó a un grupo de más 150 emprendedores a que apunten sus proyectos, en el mediano plazo, a la exportación a los diversos mercados del viejo continente.
Wilber Corpeño
Fotos: Alexander Morales/Omar Murcia
La Palabra Universitaria
Las aspiraciones de un emprendedor son la base fundamental para el éxito de cualquier emprendimiento; son los sueños, las metas y los objetivos que impulsan al emprendedor a seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles y, precisamente apelando a ese principio, el embajador de la Unión Europea (UE) radicado en el país, François Roudié, hace un motivador llamado a los microempresarios salvadoreños a que apunten sus sueños y aspiraciones hasta los límites inimaginados en cuanto a la búsqueda de mercados.
El diplomático dijo ante un grupo de al menos 150 emprendedores que se dieron cita a la Feria Dinámica II, desarrollada en un hotel capitalino, a que sus sueños siempre deben ser en grande en todos los aspectos, pues es ahí donde está la clave del éxito.
“Les invito a que puedan pensar en grande. Aprovecho para recordarles que tienen un mercado a su disposición de un poco más de 500 millones de consumidores en Europa, al cual ustedes pueden acceder libremente”, instó el funcionario europeo.
Al mismo tiempo detalla que la apertura de mercados para cualquier micro, pequeña, mediana o gran empresa a los mercados europeos no es tan complicado como podría pensarse, pues existe un tratado de libre mercado entre El Salvador y Europa.
“Ustedes pueden acceder libremente al mercado europeo porque tenemos un acuerdo de libre comercio, dijo el embajador con relación al Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (ADA), un acuerdo comercial integral que entró en vigor de forma provisional en 2013.
De momento, el 56.2 por ciento de los productos europeos entran a El Salvador sin pagar aranceles, mientras que el 43.8 por ciento restante ingresan con un arancel preferencial. El programa de desgravación arancelaria finalizará en 2027.
“El mercado europeo es muy diverso, en el que las 27 nacionalidades y un sinfín de culturas europeas tienen gustos diversos y pueden apreciar todo tipo de productos”, insiste.
Resalta que desde su experiencia conoce muchas historias de emprendedores que se animaron a entrar al mercado europeo a vender café, dulces, hamacas, muebles y gracias a Dios les va muy bien. “Inspírense de ellos”, ha dicho a los emprendedores.
