Incidencia de las plataformas digitales en la educación pospandemia

Por: Gabriela Beatriz Aguilar

Las plataformas digitales son entornos virtuales que permiten realizar actividades educativas, laborales, familiares, entre otras, mediante el uso de un dispositivo y desde cualquier lugar; por esta razón es una ventaja para los que hacen uso frecuente de estas herramientas y para los que se mantienen en constante comunicación en cuestión de segundos.

En la actualidad es imprescindible tener dominio para saber utilizarlas puesto que son herramientas que están a la vanguardia en la cotidianidad de las personas.

En el mismo sentido, es importante abordar cómo a raíz de la pandemia covid-19 la educación tuvo un cambio drástico y significativo, ya que de impartirse clases presenciales todo pasó a ser desarrollado en línea, además de los desafíos que para los docentes y estudiantes implicó, puesto que era una situación bastante particular, ya que 104 años habían pasado desde la última pandemia de 1918.

Por consiguiente, Galindo (2022) expone que la educación ha tenido 10 reformas publicadas en el Diario Oficial. Estas son las que actualmente han convertido la parte académica en un sistema más estructurado en materia metodológica y didáctica; sin embargo, en el contexto social, conforme el cambio de administraciones gubernamentales, se han establecido nuevas directrices para cada plan de estudio que son reguladas por ministerios e instituciones de la educación.

Estos modelos y sistemas de enseñanza han sido adaptados con el tiempo por nuevos planes de estudio para mejorar los distintos niveles académicos con la formación continua, el aporte de nuevas herramientas tecnológicas para su desarrollo y su respectiva inducción para la utilización y navegación adecuada, además de brindar el acompañamiento pedagógico para el beneficio de toda la comunidad educativa.

El auge de las plataformas digitales antes, durante y después de la emergencia sanitaria

En consecuencia, a pesar de las nuevas opciones de modalidad, la emergencia del covid-19 marcó un nuevo inicio para que dichas entidades expandieran su pensamiento a la innovación académica y adaptarla a una nueva realidad; aunque, desde antes de esta pandemia, algunas instituciones de educación superior pública y privadas en su oferta académica ya tenían incorporadas las modalidades presencial y virtual para ciertas carreras, con el acompañamiento de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICS).

Al analizar este cambio desde la perspectiva de un estudiante se debe considerar lo inesperado y bastante retador que trajo consigo el encierro domiciliar para recibir clases desde casa, muchos estudiantes no tenían una computadora, un celular de buena capacidad, ni mucho menos de Internet residencial para recibir sus clases, lo cual repercutía grandemente para hacer uso de alguna plataforma para el desarrollo de sus actividades académicas.

De hecho, situación similar presentaron los docentes, para algunos su horario laboral se tuvo que extender para solventar dudas y consultas de estudiantes, aunque ahora todo ha cambiado con el retorno a clases a la nueva modalidad establecida pospandemia, semipresencial, los estudiantes que han decido inscribir asignaturas presenciales y otras en línea, pueden interactuar con sus docentes en los horarios asignados para recibir sus clases.

Ética en el uso de las plataformas digitales para la educación

En los entornos educativos sea presenciales, virtuales o semipresenciales, siempre se han establecido normativas o formas para desarrollar de una manera más equitativa el desarrollo de alguna clase, tanto para el que la imparte y el que la recibe. Si bien es cierto que no existe leyes que profundicen con el uso de las plataformas digitales, pero sí existen aspectos de costumbres y de cuestión ética que ayudan al funcionamiento correcto de estos entornos.

Por ser plataformas pocas conocidas y de las que muchos no tenían sumo conocimiento se debía de salvaguardar todo tipo de información que proviniera de una reunión grupal, con el fin de cuidar la integridad de cada persona y no caer en el objeto de burla por alguna opinión generada. No obstante, esto ha sido casi imposible de prevenir, puesto que, en los medios sociales como Facebook, Instagram, TikTok, y otros medios, existen casos de personas que han sido motivo de burla en clases sincrónicas, dando paso a críticas destructivas de una forma viral y masiva.

Además, es válido mencionar que la única normativa que pueda ser impuesta para evitar estos casos es que las universidades resalten su parte ética como sus políticas plasmadas en su instructivo académico, decálogo u otras normativas para que la comunidad educativa pueda crearse el hábito y adopte como estilo de vida el respeto a sí mismo y para con los demás, claro que estas deben ir de la mano con los principios éticos de la beneficencia, la no maleficencia, la autonomía y la justicia.

Docentes y estudiantes adaptándose a las modalidades virtual, presencial y semipresencial

Para muchos docentes al inicio impartir sus clases fue un reto por el hecho de que no eran entornos conocidos, esta vez una herramienta tecnológica sería el canal de comunicación directo con los estudiantes, lo que indicaba un aprendizaje nuevo y una nueva adaptación; asimismo, es de resaltar la edad avanzada de muchos maestros que, a pesar de recibir una inducción básica para usar alguna plataforma, siempre podían surgir cuestiones técnicas que podrían generar su frustración.

Aunque, si bien es cierto que con una buena inducción las barreras tecnológicas podrían ser menos incidentes cuando se inició la etapa de la pandemia, las herramientas tecnológicas cada vez se han vuelto más exigentes, ahora demandan un tiempo justo tanto para quien las utiliza y quien recibe la información. Siempre es de considerar que las TIC conllevan un mayor compromiso por el tipo de contenido que se enviará en cada canal de comunicación.

Y aunque parezca paradójico, pero el reto de un estudiante al cursar asignaturas en línea les ayudó a ser autodidactas, no toda la información académica recibida de los docentes les permite o aporta mayor claridad, por el hecho de que no se tiene el tiempo suficiente para una interacción bilateral entre el docente y el estudiante. La mayoría de las instituciones ante la pandemia han tenido que innovar y adaptarse a las nuevas formas para instruir en la enseñanza a sus comunidades educativas, por ello actualmente se tiene una variedad de modalidades de estudio.

Las clases presenciales para muchos estudiantes resulta ser de mayor ventaja, porque les aporta una comunicación mucho más directa con el docente y compañeros, que estar comunicados a través de una aplicación de videoconferencias, además algunos expresan que comprenden de mejor manera sus clases estando presencialmente que en línea. Misma situación se presenta con un estudiante virtual, aunque para ellos existe una plataforma en la que pueden obtener una retroalimentación, siempre tienen que ser autodidactas.

Cada tiempo es distinto y con ello nace una nueva oportunidad para tratar de revivir el sistema académico, y como se mencionó en la parte introductoria, la educación fue una de las áreas más golpeadas en la pandemia y sigue siendo la más señalada en la actualidad, porque a pesar de haber tenido la oportunidad para mejorar o implementar nuevas metodologías es un área que no ha sido bien aprovechada.

A pesar de que esta emergencia ha mermado es imprescindible que deje de existir una educación sin el uso de las plataformas digitales. Estas herramientas ya forman parte del diario vivir del ser humano. Claro, a esto se añade un compromiso por parte de las instituciones académicas y de sus estudiantes para que le den el verdadero provecho en sus jornadas de enseñanza, sus metodologías y formas de seguir conservando a sus comunidades desde cualquier contexto.

Probablemente pasen otros cien años para que otra pandemia o situación grande acontezca; sin embargo, es necesario que el mundo y las situaciones se adapten a la nueva realidad, aunque desde antes ya estábamos viviendo la revolución tecnológica desde que empezaron a surgir nuevos dispositivos, con lo que se posibilitó la presencia de información masiva e inmediata.

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