El estudio, que fue realizado por el investigador de la Utec, Carlos Barrios centra uno de sus objetivos en determinar las condiciones asociadas a la seguridad alimentaria del grupo familiar, entre otros aspectos.
Wilber Corpeño
Fotos: Alexander Morales
La Palabra Universitaria
La Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), a través de su vicerrectoría de investigación y proyección social, presentó recientemente los resultados de la investigación Línea base de condiciones familiares y cumplimiento de derechos de la niñez y adolescencia (Aldeas Infantiles SOS El Salvador, 2023).
El estudio fue liderado por el académico e investigador, Carlos Barrios, y se trata de un estudio de características cuantitativas, utilizando un muestreo no probabilístico por conveniencia y 175 familias distribuidas en las cinco sedes atendidas por Aldeas Infantiles SOS.
El objetivo principal de la investigación fue determinar las condiciones asociadas a la seguridad alimentaria de las familias beneficiarias del programa de prevención del abandono y fortalecimiento familiar de Aldeas Infantiles SOS El Salvador.
Barrios explicó que el estudio surgió ante la necesidad de contar con información precisa que permita optimizar los esfuerzos de las organizaciones en pro de la niñez y la adolescencia vulnerable.
Uno de los hallazgos más destacados fue que las familias de los departamentos de San Vicente, San Miguel y Sonsonate reportaron, en términos generales, tener acceso a tres comidas al día de manera regular, lo que evidencia una situación favorable en cuanto a la seguridad alimentaria en estas zonas específicas.
Sin embargo, este panorama no es uniforme en todo el país, lo que subraya la importancia de seguir monitoreando y mejorando las condiciones alimentarias de las familias en otras regiones.
Según el programa de alimentación y salud escolar del Ministerio de Educación, en lo referente al acceso a los servicios de salud por parte de quienes conforman las familias, el porcentaje promedio de adultos que padecen de hipertensión arterial es del 42 por ciento.
San Vicente reflejó el 47 por ciento, a diferencia de las otras sedes; este resultado, al contrastarlo con la seguridad alimentaria, hace un llamado a no sólo asegurar los tres tiempos de comida más un refrigerio diario por persona, sino también vigilar el tipo de alimentos que consumen las familias atendidas.
En algunas conclusiones, el estudio destaca que en materia de seguridad alimentaria es claro que se trata de una variable multidimensional que se ve afectada por la economía del hogar, el nivel educativo de sus miembros dentro de la familia y el acceso a los servicios de salud para cada uno de sus integrantes.
En lo relativo al acceso a los servicios básicos de salud, no sólo se trata de poder acceder como individuos a las instituciones que se encargan de canalizar dichos servicios, ya que también es crucial apostarle a un sistema de salud preventivo y no solo que reaccione, según se describe en el estudio.
