El trabajo de investigación tipificado como metaanálisis y descriptivo, se ha fundamentado en la base de datos del Observatorio Ciudadano El Salvador Cómo Vamos, bajo la denominada encuesta Calidad de Vida en 2019-2021.
Wilber Corpeño
Fotos: Alexander Represa
La Palabra Universitaria
Autopercepción de pobreza en ciudadanos del municipio de San Salvador es el tema de la más reciente investigación que ha presentado la vicerrectoría de investigación y proyección social de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec).
De acuerdo con la vicerrectora de investigación y proyección social, Noris López Guevara, este estudio, que está tipificado como metaanálisis y descriptivo, se ha fundamentado en la base de datos del Observatorio Ciudadano El Salvador Cómo Vamos, bajo la denominada encuesta Calidad de Vida en 2019-2021.
Explicó que la investigación pone al centro a las personas al analizar las respuestas cualitativas dadas a la pregunta de, ¿por qué se considera pobre?
Del mismo modo agrega que a partir del discurso de las personas entrevistadas se identificaron 19 dimensiones, entre ellas economía de subsistencia, costo de la vida, ingreso, pensión, trabajo, calidad de vida, vivienda, salud.
En ese sentido el estudio, que estuvo a cargo de la investigadora de Utec, Paola Navarrete, se plantea como principales objetivos identificar motivos de autopercepción de pobreza en habitantes de San Salvador, comparar respuestas de autopercepción de pobreza en 2019 y 2021para detectar cambios.
La investigadora apunta algunas conclusiones puntuales, como el hecho que la medición de la autopercepción de la pobreza facilita la evaluación de cómo la población de San Salvador percibe su calidad de vida, mediante la evaluación de sus ingresos económicos, su situación financiera y económica, así como el nivel de satisfacción con los servicios recibidos.
Las personas estudiadas enfrentan barreras para acceder a oportunidades y apoyos que podrían mejorar su situación; se evidencian expresiones de desafíos y limitaciones en el entorno familiar, lo que contribuye a la complejidad de sus circunstancias, la insuficiencia de ingresos, la dependencia económica y la inestabilidad laboral afectan a las familias. Además, la autodenominación como población pobre se fundamenta en características sociales y económicas, reflejando desafíos personales que obstaculizan mejoras en su calidad de vida.
La falta de acceso a vivienda propia y las condiciones precarias de vida contribuyen a la percepción de pobreza, la incapacidad para cubrir las crecientes necesidades básicas, agravada por el endeudamiento, afecta negativamente su bienestar; el contexto económico y social del país juega un papel crucial en las dificultades experimentadas por esta población, según los resultados del estudio.
