Instalan en la Utec exposición que honra a quienes fallecieron buscando a sus seres queridos

Wilber Corpeño/Elsy Henríquez
Fotos: Alexander Morales
La Palabra Universitaria

El pasillo principal de uno de los edificios del campus de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec) se convirtió en la sala temporal de la exposición Tejer memoria, una iniciativa impulsada de manera conjunta entre el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), a través de su delegación regional para México y América Central, y la casa de estudios superiores, por medio de su vicerrectoría de investigación y proyección social.

De acuerdo con los organizadores, Tejer Memoria busca rendir un homenaje a las personas que fallecieron sin conocer el paradero de sus seres queridos desaparecidos.

Detallaron que la exposición retrata la historia de siete personas en El Salvador, Guatemala, Honduras y México, que fallecieron sin antes conocer el paradero y la verdad sobre sus familiares desaparecidos, y se han llevado el dolor de la ausencia más allá de la muerte.

En ese contexto, la vicerrectora de investigación y proyección social de la Utec, Noris López Guevara, destaca que la exposición es el complemento de una magistral conferencia que representantes del CICR presentaron en el marco de la décimo novena Semana del Migrante, denominada Contribución del CICR a favor de la búsqueda de las personas desaparecidas en la ruta migratoria y otros contextos.

En la exposición, cada historia se presenta a través de fotografías de las personas que emprendieron la búsqueda de sus seres queridos, quienes hasta hoy permanecen desaparecidos.

Los retratos fueron seleccionados por familiares y amigos que continúan en la búsqueda, y bordados colectivamente por madres, hijos y otras personas que también buscan a un ser querido, junto con acompañantes y colaboradores del proyecto.

Tejer memoria muestra el impacto humanitario de la desaparición al retratar la historia y el legado de Lupita Rodríguez y María Demetria Martínez, de México; Paula Martin y Consuelo Dorantes, de Guatemala; Gustavo Banegas y Teodolinda Morán, en Honduras; y Marcelina del Carmen, de El Salvador, quienes buscaron a sus seres queridos hasta el último día de sus vidas.

Lissette Campos Corena, jefa adjunta de la misión del CICR en El Salvador, dijo que hay historias de amor, lucha y esperanza, todas esas familias tienen derecho a saber y encontrar, cada persona fallecida sin hacer efectivo su derecho a saber qué ocurrió y dónde está su ser querido, representa un llamado urgente a redoblar esfuerzos, es un recordatorio que las autoridades tienen la responsabilidad ineludible de continuar la búsqueda, la cual no puede ni debe detenerse.

“El CICR ha sido testigo del impacto devastador de la desaparición, tanto de las que ocurrieron en el contexto migratorio, como desastres naturales, conflicto armado u otras expresiones de violencia, les invitamos a que sus ojos vean más allá de fotografías e historias, sino que puedan ver y sentir el amor detrás de la búsqueda que emprendieron quienes ya fallecieron”, puntualiza.

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