Lilian Fabian y Josué Velásquez
La Palabra Universitaria
A sus 26 años, Diana Fiorentina Campos Taura, originaria de Santa Tecla, La Libertad, ha recorrido un camino lleno de esfuerzo y dedicación para convertirse en una de las presentadoras más reconocidas de Noticiero El Salvador.
Su infancia, marcada por la separación de sus padres a los tres años, estuvo llena de momentos felices y significativos. Desde pequeña, Fiorentina mostró un espíritu creativo, disfrutando de actividades como pintarse frente al espejo y bailar con los pequeños tacones que su madre le había comprado. “Los niños somos así, y creo que nunca dejamos de serlo”, reflexiona.
Desde siempre, Fiorentina soñó con ser periodista. “Veía las noticias con mi abuelo y decía: ‘Quiero hacer eso’”, recuerda. Aunque en algún momento consideró estudiar Derecho, su pasión por la comunicación prevaleció. A lo largo de su carrera ha trabajado arduamente para alcanzar sus metas y hoy es una de las caras más destacadas del periodismo salvadoreño.
Uno de los momentos más memorables de su trayectoria ocurrió cuando sus jefes le informaron que sería la nueva presentadora de la emisión estelar de Noticiero El Salvador. “Fue un día lleno de emociones; salí del set y fui a llorar al baño de la felicidad”, confiesa. Diana considera que su mayor desafío en el periodismo es encontrar la noticia y asegurarse de informar a la población con veracidad. “El objetivo principal es que la gente sepa lo que está ocurriendo en el país y conozca las oportunidades que tiene”, afirma.
Otro reto importante en su vida es equilibrar su vida personal con la profesional, algo que describe como una lucha constante. Durante su carrera, ha cubierto eventos de gran relevancia, como la visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y ha sido testigo de historias conmovedoras, como la cobertura de la tormenta Amanda. Este último evento dejó una huella imborrable en ella. “Vi muchas personas fallecidas, y cuando llegué a casa, lo primero que hice fue llorar”, comenta.
Diana Fiorentina Campos es un ejemplo de perseverancia, dedicación y pasión por el periodismo. Su historia inspira a las nuevas generaciones a seguir sus sueños y enfrentar los retos con valentía y compromiso.
¿Cómo fue su infancia? ¿Tiene algún recuerdo significativo de su familia o su entorno en esa época?
Mi infancia fue muy bonita. Aunque mis padres se separaron cuando yo tenía tres años, siempre compartí tiempo con ambos. Recuerdo con especial cariño los juegos en el pasaje y las celebraciones familiares, especialmente mis cumpleaños. Mi madre siempre invitaba a los niños del vecindario, y mi familia estaba presente. También guardo gratos recuerdos de las excursiones con mis abuelos; esas salidas en familia dejaron una huella profunda en mí.
¿Dónde realizó sus estudios? ¿Cómo comenzó su camino en el periodismo?
Estudié en el Colegio José Ingenieros hasta sexto grado, una etapa que disfruté mucho gracias a las actividades extracurriculares; sin embargo, mi vida escolar cambió cuando tuve que trasladarme a la Escuela Walter Sundy por problemas familiares. Este nuevo entorno me enseñó lecciones valiosas sobre la vida.
Posteriormente, cursé el bachillerato en el Liceo Lagos de Santa Tecla, donde descubrí mi pasión por las comunicaciones. Mi interés creció al participar en proyectos relacionados con esta área, lo que me permitió obtener una beca para estudiar filosofía y comunicaciones en Nueva Acrópolis, consolidando así mi vocación por el periodismo.
¿Quién la inspiró a convertirse en periodista y presentadora de noticias? ¿Cómo reaccionaron sus padres al enterarse de que trabajaría en medios de comunicación?
No tengo una figura específica que me haya inspirado, pero siempre admiré a periodistas como Marisol Doratt. Mis padres también fueron un pilar importante. Siempre me apoyaron, aunque me advirtieron sobre los sacrificios que conlleva el periodismo. Sabían que podría ser una profesión peligrosa en ciertas ocasiones, pero jamás me desanimaron y estuvieron a mi lado en todo momento.
¿Cómo fue su primera experiencia presentando una noticia? ¿Cómo describiría su paso por Noticias Cuatro Visión?
La primera vez que presenté una noticia fue junto a Katya Carranza, durante el Día de la Mujer. Estaba muy nerviosa, pero la experiencia fue maravillosa y reafirmó mi amor por esta profesión. Mi etapa en Noticias Cuatro Visión fue clave en mi carrera. Allí aprendí a ser una mejor periodista y a construir mi nombre en los medios de comunicación. Tuve la oportunidad de cubrir eventos trascendentales, como la visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, una experiencia que nunca olvidaré.
¿Qué significa para usted formar parte de Noticiero El Salvador?
Ser parte de Noticiero El Salvador es ser testigo del cambio y la transformación del país. Es una etapa muy enriquecedora porque me permite analizar los eventos desde una perspectiva política y tener la responsabilidad de transmitir esa información de manera precisa a la población.
¿Cuál es su mayor propósito al comunicar las noticias? ¿Y cuál ha sido su mayor desafío en su carrera?
Mi principal objetivo es informar con veracidad. Quiero que la población conozca lo que ocurre en el país, como las iniciativas de los agromercados, que benefician a muchas familias salvadoreñas. El mayor desafío en mi carrera es encontrar la noticia cada día y, a la vez, equilibrar mi vida personal con la laboral, ya que el periodismo demanda mucho tiempo y dedicación.
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Disfruto pasar tiempo con mi familia y amigos. También me gusta dedicarme un día para mí, ir al salón de belleza con mi madre y mi hija, o hacerme las uñas. Estas actividades me ayudan a desconectarme y recargar energías.
¿Qué consejos daría a las nuevas generaciones?
A los jóvenes interesados en el periodismo les diría que nunca se rindan. Las comunicaciones no son fáciles, pero si se esfuerzan, pueden lograr lo que se propongan. Es fundamental aprender a hablar, escribir y, sobre todo, a entender la noticia para transmitirla correctamente. Persigan lo que les apasiona, con dedicación y esfuerzo, todo es posible.