La iniciativa surgió de la vicerrectoría de investigación y proyección social y su dirección de investigaciones, para rendir tributo a familiares y compañeros de trabajo que se adelantaron al descanso eterno.
Wilber Corpeño
La Palabra Universitaria
La vicerrectoría de investigación y proyección social de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), a través de su dirección de investigaciones, colocó un colorido altar para conmemorar el Día de los Difuntos.
Del mismo modo fue oportuno para rendir tributo y homenaje a familiares, autoridades, colaboradores y docentes que han fallecido.
En este contexto la vicerrectora de investigación y proyección social, Noris López Guevara, manifiesta que esto es una oportunidad para poder reunirse y “honrar a todas las personas que han partido antes que nosotros”.
El investigador, Saúl Campos, fue el responsable de dar algunas reflexiones socio antropológicas sobre la conmemoración, destacando que “esta es una celebración en la que el tema principal es la unidad, el recuerdo, la unión de los que se fueron y los que estamos”, dice.
“El Día de los Muertos es más una celebración para recordar que en realidad aquellos que ya no están físicamente con nosotros, en realidad siempre lo están; especialmente este día donde se les prepara su altar para que ellos puedan venir. Se trata de una cosa de celebración, de recordar todos los momentos que hemos pasado juntos” reflexiona.
Apunta que con esta actividad también se busca rescatar una tradición mesoamericana, que, si bien popularmente se suele ligar con mayor fuerza a México, lo cierto es que es de Mesoamérica, por lo tanto, pertenece también a nuestra herencia cultural, basada en el concepto mesoamericano de la ofrenda.
“El altar de Día de Muertos, básicamente es un puente entre aquel mundo y nuestro mundo, unido precisamente por el recuerdo de aquellos que ya no están, pero si están a través de las fotografías”, reflexiona el antropólogo, al tiempo que explica que en el altar se encuentran diferentes elementos que son parte de ese vínculo, ese puente, como incienso que permite tener un ambiente purificado, con el cual las almas pueden venir sin que haya riesgo de que un demonio venga y se las lleve mientras hacen la visita, explica.
Agrega que las calaveras están para representar a la muerte y actúan de guía entre un mundo y el otro; el perro esquelético es el encargado de guiar al alma cuando va por el camino de los muertos.
Del mismo modo, el antropólogo de la Utec ha explicado el significado del resto de elementos que compone el altar, como el petate, el vaso con agua, los alimentos, la sal, entre otros.