“Dar sin esperar nada a cambio”, son las palabras que han inspirado a Silvia Elena Regalado a dedicarse a lo que ama. Su legado en la poesía salvadoreña destaca por una vida y obra que reflejan una profunda conexión entre el arte y la cultura.
Por: Gloria Marroquín, Guillermo Zuniga de Paz, Daniel Mejía
En un mundo donde las historias a menudo permanecen en el silencio, la voz de Silvia Elena Regalado se alza como un faro de creatividad y resiliencia. Poeta, madre y figura cultural, Silvia ha trazado un camino entre versos y experiencias que expresan su conexión profunda con la humanidad. Desde sus primeros pasos en la poesía en sus años de escuela, hasta convertirse en una referente de la cultura salvadoreña, su vida ha sido un viaje único de autodescubrimiento y dedicación.
Desde temprana edad, Silvia sintió la necesidad de expresarse, lo que la llevó a escribir su primer poema a los nueve años. Ese fervor por la palabra la ha acompañado siempre, permitiéndole compartir no solo sus emociones, sino también las historias de quienes la rodean. Su recorrido personal se entrelaza con el amor, la familia y el aprendizaje constante, un balance que ha cultivado con determinación y pasión.
Como la primera mujer en ocupar el cargo de ministra de Cultura de El Salvador, Silvia desempeñó un papel clave en convertir la Secretaría de Cultura, dejando una huella indeleble en el desarrollo del país en esta área. En cada paso, ha buscado inspirar a otros, convencida de que la cultura es una herramienta poderosa para el crecimiento individual y colectivo.
Más allá de sus logros profesionales, su vida refleja un constante equilibrio entre sus roles como madre, artista de la literatura. Se casó muy joven y es madre de cuatro hijos, a quienes al educar encontró una fuente de inspiración que complementó su amor por la escritura y el conocimiento. Silvia no solo escribe poesía; su vida misma es un poema viviente, tejido con desafíos superados, metas alcanzadas y una fe inquebrantable en el poder del arte y la comunidad.
¿Cómo define a Silvia Elena Regalado?
Yo, Silvia Elena Regalado, nací en el municipio de Santa Tecla, La Libertad, el 31 de agosto de 1961. Soy madre, abuela, poeta, ensayista, académica y antóloga salvadoreña, dedicada de lleno al oficio literario, una pasión que descubrí desde muy pequeña.
Mi infancia transcurrió, en gran parte, con mis abuelos, quienes me criaron hasta los cinco años y fueron figuras importantes en mi vida. Ellos, junto con mis padres, se preocuparon profundamente por mi educación, aunque mis padres no siempre estuvieron presentes en mi día a día. Sin embargo, siempre me apoyaron durante mi crecimiento.
Cuando cursaba tercer grado, escribí mi primer poema, dedicado a la patria. Aunque no tenía título, fue elaborado con mucho amor y marcó el inicio de una carrera que me abriría muchas puertas. A los 11 años ya escribía poemas de amor, y a los 16 años me casé por primera vez, lo que me llevó a pausar mis estudios para dedicarme al matrimonio.
A los 19 años contraje matrimonio por segunda vez y formé una familia. Soy madre de cuatro hijos y abuela de ocho nietos. A los 28 años retomé mis estudios de bachillerato en Nicaragua, donde viví durante nueve años. Más adelante, regresé a El Salvador, donde continué mi formación académica. Estudié licenciatura en letras en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y posteriormente la carrera de comunicaciones en la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC). Esta última experiencia me abrió muchas puertas para desarrollarme como docente. Actualmente, dirijo talleres de estudio e imparto la asignatura de Gramática Superior.
En 1995 asumí el cargo de directora de la Unidad de Cultura “Roberto Armijo” en la Universidad Tecnológica de El Salvador. En 2010, me desempeñé como directora de la Casa del Escritor y el Museo Salarrué. Además, fui directora de la Unidad de Cultura de El Salvador y, tras esfuerzos conjuntos, logré convertirme en la primera mujer en ocupar el cargo de ministra de Cultura en el país. Hoy en día también ejerzo el rol de coordinadora de Cultura de la UTEC.
¿Cómo definiría Silvia Elena Regalado la poesía?
La poesía es una forma de ser y de expresar lo que se siente, partiendo de las experiencias personales y del entorno que rodea a cada persona. A través de las palabras, se tiene la capacidad de evocar diferentes sentimientos y emociones en los demás. En la poesía, es fundamental escribir desde el corazón y con pasión, ya que funciona como una red que conecta al lector con aquello que el autor desea transmitir en sus escritos.
Mi vocación por la escritura ha desempeñado un papel crucial en mi vida personal y profesional, me ha permitido expresar mis emociones, abriéndome un camino lleno de oportunidades y proyectos que han destacado mi labor.
¿Qué momentos o experiencias clave en su vida la llevaron a descubrir su pasión por la poesía y la escritura?
Desde muy pequeña, la poesía estuvo presente en mi vida, en gran parte gracias a mis abuelos, quienes me impulsaron a escribir. Poco a poco, fui profundizando en este arte que sentía como una vocación. A través de las experiencias significativas de mi niñez y adolescencia, comencé a expresar mis emociones a través de las palabras, lo que me permitió convertirme en una de las poetas más reconocidas de El Salvador.
Me siento profundamente orgullosa de mi legado y mi origen. Estoy muy agradecida y amada en mi tierra natal, y por ello he escrito varios poemas dedicados a mi patria, El Salvador. Asimismo, he destacado a nivel internacional con mis libros y poemarios, los cuales abordan una variedad de temas, desde lo erótico hasta lo medicinal.
Siempre he creído que la poesía es una medicina que sana el alma; puede ayudar a sanar emocionalmente y permite liberarse. Mi pasión por la poesía está también vinculada con la espiritualidad, algo que llevo en mis venas. Continúo escribiendo con el propósito de ayudar a los demás.
A lo largo de su carrera, ¿cuál considera que ha sido el logro más significativo y por qué?
Mi mayor logro ha sido poder dedicarme a lo que más me apasiona: la poesía y la escritura. Estoy profundamente agradecida con el directorio de la Utec y, en especial, con José Mauricio Loucel, ex rector de la universidad, quien me brindó la oportunidad de estar al frente de la Unidad de Cultura, un espacio que reunía a numerosos artistas. Además, tuve el honor de desempeñar funciones como concejal de la Alcaldía Municipal de San Salvador (2006-2009). Más adelante, el doctor Héctor Samour, de la UCA, me invitó a ser directora de la Casa del Escritor en el Museo Salarrué. Luego asumí el cargo de secretaria de Cultura, hasta llegar a ser Ministra de Cultura de El Salvador.
Las oportunidades que han llegado a lo largo de mi vida son el resultado de mi preparación y dedicación. Siempre he dado lo mejor de mí, no con el fin de obtener beneficios económicos, sino con el propósito de dar sin esperar nada a cambio. Creo firmemente que todo lo que se hace debe hacerse con amor incondicional. Para mí, nada queda impune, ya sea bueno o malo, porque lo que se siembra se cosechará en el futuro.
En mi trayecto como escritora, he publicado cuatro libros en total. En 1995, lancé mi primer libro, titulado “Pieles de mujer”; en el 2001, publiqué mi segundo libro, “Desnuda de mi”; en 2002, “Izquierda que aun palpitas”; y en 2005, “Como cielo por mis venas”. Estos libros me han permitido obtener mayor reconocimiento y han sido claves para seguir triunfando y destacando en mi carrera.
Si tuviese la oportunidad de hablar con Silvia Regalado del pasado, ¿qué le diría?
Le diría que viviera más y disfrutara más de lo que realmente le gusta, ya que a veces no lo hace. Le aconsejaría que siguiera amando y que nunca dejara de hacerlo, como lo hace ahora. También le sugeriría que pasara más tiempo con sus hijos y con las personas que quiere, porque, al final, eso es lo que realmente importa. Además, le diría que no dejara de escribir, ya que la poesía es lo que le ha permitido salir adelante en la vida. Y, por supuesto, siempre recordaría que en todo lo que hace está el aliento de Dios, presente, aunque no lo vea.
A lo largo de su trayectoria, Silvia Elena Regalado ha demostrado que la poesía y el compromiso cultural son inseparables. Su capacidad para transformar experiencias personales en obras significativas ha resonado en la comunidad salvadoreña, inspirando a nuevas generaciones a encontrar su propia voz. Desde su primer poema en la infancia hasta su papel como la primera mujer ministra de Cultura, ha tejido una narrativa de resiliencia y pasión que invita a la reflexión, ha cultivado espacios donde el conocimiento y la cultura florecen, fomentando un sentido de comunidad y pertenencia.