El estudio, que fue presentado por los profesionales en salud mental Ana Sandra de Mendoza y Edgardo Chacón, explora las causas que provocan la inseguridad alimentaria.
Wilber Corpeño
Fotos: Yuri Omar Murcia
La nutrición en los adultos mayores y su implicación en la salud mental es el tema del más reciente estudio que presentó la vicerrectoría de investigación y proyección social de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec).
El estudio, que fue realizado por los profesionales de la psicología, Ana Sandra de Mendoza y Edgardo René Chacón, se trata de una investigación básica con enfoque cuantitativo por medio de un diseño exploratorio y transversal, misma que permitió hacer uso de la encuesta como instrumento de recolección de datos.
Previo a la presentación de resultados, la vicerrectora de investigación y proyección social, Noris López Guevara, destacó que para la vicerrectoría de investigación y proyección social es de suma importancia dar cumplimiento cada año al plan de trabajo, por lo que se cuenta con una estrategia de investigación y, justamente, una de las áreas de conocimiento en la universidad es la salud, a la cual se responde por medio de la licenciatura en psicología.
“Es decir, en la universidad nos vinculamos al área del conocimiento de la salud por medio de la carrera de psicología”, describe.
El documento destaca algunos resultados enfocados en que la inseguridad alimentaria percibida como severa está asociada a la percepción del bienestar mental de forma negativa; que en la medida que aumenta la inseguridad alimentaria severa, se reduce el bienestar mental.
Se encontraron las medias más altas de percepción de bienestar en dos centros de atención: Fusate Quezaltepeque y hogar de ancianos Llanos de Magaña, en Ahuachapán. A nivel global por tipo de residencias: centros de día y hogares de residencia que atienden adultos mayores, no se establecieron diferencias estadísticas significativas.
Algunas conclusiones destacan que la inseguridad alimentaria aumenta en los centros de día que en las residencias; igualmente, el grado educativo incide en la percepción de inseguridad alimenticia leve y moderada si no se tienen estudios formales, contrario a la percepción de una inseguridad alimentaria severa que es percibida entre los adultos mayores que son técnicos o universitarios.
Los adultos mayores que consultan por presentar algún síntoma de depresión o ansiedad son los que tienen una inseguridad severa, misma que también se presenta en los adultos mayores que reportaron dificultades para dormir, entre otras conclusiones que destaca el informe.
