Así lo explicó Nelson Reyes durante una entrevista concedida al programa radial La Tribu, un espacio creado para el abordaje de diversos temas de interés nacional.
Wilber Corpeño
La Palabra Universitaria
El viceministro de transporte, Nelson Reyes, se ha referido al plan de control vehicular que, en los últimos días, esa cartera de estado en conjunto con el Instituto de Medicina Legal y la unidad de tránsito terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC) están implementando en las distintas calles de la capital salvadoreña.
Reyes resalta que todos estos esfuerzos pasan por fortalecer la educación vial, pues es un elemento clave para que la población respete las leyes y las reglas de conducción.
“Creo que para todos es conocido que manejar bajo los efectos del alcohol simplemente no es aceptable, y es que eso se conoce aquí, en la China, donde sea que vallamos. Eso es conocimiento popular que todo el mundo reconoce como algo básico para que la cultura vial pueda avanzar”, dice.
Es por ello, dice, que desde esas instituciones se han implementado esfuerzos de cero tolerancias para conductores peligrosos. “Y es que no tiene nada de malo salir a departir; nosotros no le estamos diciendo a la gente que existen restricciones en la manera en que celebran, a dónde salen a hacerlo, lo importante es que sean responsables y no se arriesguen a conducir bajo efectos de bebidas alcohólicas, para ello pueden designar a un conductor”, dice el funcionario.
De acuerdo con los datos proporcionados por el viceministerio de transporte, hasta la fecha se han detenido a más de mil 500 personas por el delito conducción peligrosa, quienes tienen que pasar por un proceso judicial.
“Es importante aclarar que el delito de conducción peligrosa es precisamente eso, un delito, no es una falta, lo que implica que deben pasar por un proceso judicial para que se demuestre su culpabilidad o su inocencia. Eso está tipificado en el Código Penal, ni si quiera en la Ley de Transporte terrestre”, explica.
Al mismo tiempo recalca que “es un delito penal y es por eso que las personas se van detenidas y esposadas, porque han cometido un delito. Y, además de eso, se les remite el vehículo en el caso que no haya nadie más que lo pueda conducir, se les quitan las placas, por lo que deben pagar una multa para recuperarlas y además de eso, para recuperar la licencia, tienen que pasar por un curso de reeducación vial”, explica.
El funcionario apunta que tras esta iniciativa ya se ha empezado a ver un notable cambio en el comportamiento de la población, pues cada vez más hay más personas sensatas que acatan los reglamentos de tránsito y evitan manejar bajo efectos de bebidas alcohólicas.