El evento reunió a autoridades académicas y estudiantes en un espacio de reflexión para examinar cómo la memoria histórica y la identidad nacional definen el futuro del país.
Marielos Morales y Zuleyma Rivera
Fotografía: Marielos Morales
La Palabra Universitaria
La Facultad de Ciencias Sociales, a través de su Escuela de Antropología y la Cátedra de Realidad Nacional de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC), desarrolló el foro Construyendo Nación, un espacio plural y crítico creado para examinar los procesos históricos, sociales, políticos, económicos y culturales que han marcado la formación de la identidad nacional salvadoreña.
Durante la inauguración, a la que asistieron estudiantes, docentes e investigadores, el vicerrector Académico de la UTEC, Modesto Ventura, afirmó que: “La memoria es un patrimonio vivo. No se trata solo de recordar el pasado, sino de interpretarlo para comprender quiénes somos y hacia dónde queremos ir como nación. La identidad nacional es una construcción plural y en constante evolución que debe integrar diversas voces para proyectar unidad sin borrar diferencias. En un mundo globalizado, fortalecer la identidad nacional es fundamental para presentarse con dignidad y un claro proyecto”, mencionó en sus palabras de apertura.

Por su parte, el director de la Escuela de Antropología, Julio Martínez, explicó que el foro busca ser un punto de partida para analizar distintos tópicos de la realidad nacional en los próximos años. Comparó los casos de España y México, naciones que, según dijo, han sabido enriquecerse con su diversidad cultural e histórica, a diferencia de El Salvador, donde aún falta reconocerse de manera integral.
La conferencia que dio apertura al foro, titulada “El rol de la universidad en la construcción de nación”, estuvo a cargo de la consultora pedagógica Claudia Rivas. Partiendo de un fundamento legal, Rivas argumentó el papel esencial de la academia en el país. “La universidad debe convertirse en un elemento fundamental en el desarrollo y construcción de la nación”. Agregó que no debe ser un “templo del saber aislado, sino un laboratorio de ciudadanía”, responsable de formar profesionales conscientes de su entorno.
La especialista enumeró varios desafíos actuales, como la fragmentación social y la desinformación, y advirtió que la pérdida de referentes comunes y la desigualdad en el acceso a la educación superior debilitan el sentido de pertenencia nacional. En ese sentido, propuso reformar los currículos para incluir perspectivas históricas y críticas, además de fomentar un diálogo más estrecho entre la academia, el Estado y la sociedad civil.
“Las universidades pueden promover proyectos de historia oral, recuperación de lenguas indígenas, estudios sobre migración, museos universitarios y foros de memoria”, sugirió Rivas. Citó como ejemplo a la UNAM en México y a la Universidad de Buenos Aires, que documentan testimonios de movimientos sociales y preservan relatos de vida. Asimismo, mencionó investigaciones de la UTEC sobre factores de separación familiar y consumo de medios por la comunidad salvadoreña.
De acuerdo con los organizadores, el foro se consolida como una plataforma para reflexionar sobre los cimientos históricos y culturales de El Salvador. Los ponentes coincidieron en que la memoria, lejos de ser una carga del pasado, es una herramienta vital para forjar una identidad nacional inclusiva y proyectar un futuro compartido.