El estudio, que fue desarrollado por el investigador Leonardo Regalado, centra su objetivo en interpretar el simbolismo del cuerpo humano a través del modelado cefálico.
Wilber Corpeño
Fotos: Alexander Morales
La Palabra Universitaria
Simbolismo e identidad: Modelado cefálico intencional durante el período Clásico tardío. Una interpretación y reconstrucción de los casos de San Andrés y El Cambio, El Salvador, es el nombre de la más reciente investigación presentada por la vicerrectoría de investigación y proyección social de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec).
El responsable del estudio es el investigador Leonardo Regalado, quien destaca que su trabajo se basa en interpretar el simbolismo del cuerpo humano a través del modelado cefálico, como práctica biocultural, en muestras osteológicas encontradas en los sitios de San Andrés y El Cambio, en el Valle de Zapotitán, durante el período Clásico tardío.
Previo al análisis de los resultados que muy bien expuso el investigador, la vicerrectora de investigación y proyección social, Noris López Guevara, apuntó que la Utec está muy interesada en compartir con la comunidad y la sociedad en general los resultados de los trabajos que se desarrollan en la institución, relacionados a la investigación científica y también de sus procesos formativos.
Según el investigador, en la historia de la arqueología salvadoreña se han encontrado cráneos humanos en aceptable estado de conservación con alteraciones en su morfología craneal.
Estos restos, dice, no han sido examinados a fondo, ni se ha escrito mucho sobre la presencia del modelado cefálico en el país.
A partir de ese escenario, comenta, es que se ha realizado esta investigación que busca explicar la presencia de esta práctica biocultural, su tecnología y metodología y las formas de su reproducción en las sociedades prehispánicas en El Salvador.
Se correlacionó el modelado cefálico y su simbolismo, la posición social de los individuos que lo portaban y, sobre todo, el aspecto físico de estas personas del período Clásico tardío.
El estudio destaca conclusiones puntuales, como el que la plástica craneal fue una práctica biocultural que se extendió en Mesoamérica desde el Preclásico al Postclásico. Cobró impulso a finales del Preclásico, alcanzando su máximo esplendor durante el Clásico tardío.
Se aplicó a ambos sexos como lo demuestra la documentación y el examen macroscópico de las muestras óseas de San Andrés y El Cambio, ha descrito el investigador.