En ese contexto se presentó el libro “Nechilwiat katka ka seujti (Me contaban que una vez) …”, de la editorial El Salvador.
Wilber Corpeño
La Palabra Universitaria
Uno de los principales auditorios de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec) fue el escenario que albergó la celebración del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.
La jornada, que fue desarrollada de manera conjunta entre la cátedra indígena náhuat, de la escuela de idiomas, y el Ministerio de Cultura, fue oportuna para la presentación del libro “Nechilwiat katka ka seujti (Me contaban que una vez) …” el primer libro bajo el sello Editorial El Salvador.
La publicación reúne 52 relatos recogidos entre nahuahablantes de Santo Domingo de Guzmán; el título responde a que esta recopilación de oralitura rescata antiguas historias que inician siempre con las mismas palabras: “Me contaban que una vez”.
Esta recopilación y traducción de los relatos, contados originalmente en la lengua materna de los informantes, estuvo a cargo del neohablante Josué Ramos, quien a lo largo de cinco años recogió las historias contadas por Visitación y Felipe García, María López, Francisco e Isabel Ramírez, Fidelina Cortez y Antonia Ramírez.
La coordinadora de la cátedra indígena náhuat de la Utec, Morena Guadalupe Magaña, apunta que el 21 de mayo es el día en el que se celebra la diversidad cultural que marca la identidad de la región y destaca su contribución al desarrollo sostenible.
“Al tiempo que nos recuerda la importancia de promover el diálogo intercultural en el campo de la educación universitaria, para la construcción de sociedades inclusivas, pacíficas y garantes de los derechos humanos”, agrega.
Enfatiza que en los tiempos actuales es muy necesario reconocer que un aula diversa desde el punto de vista multicultural no solo será más inclusiva, sino también potenciará el aprendizaje y el rendimiento de los estudiantes, pues un entorno educativo multicultural no solo será más innovador, sino que será además más productivo y, porque no decirlo, hasta más rentable económicamente para un país y su población.
“Por eso en este día queremos resaltar que, cada lengua indígena tiene un valor incalculable para la humanidad. Son tesoros cargados de historia, de sentires y saberes, de valores, de literatura, de espiritualidad, de perspectivas, conocimientos y de un sinfín de cosmovisiones variopintas, desarrolladas a lo largo de miles de años, producto de su interacción con la naturaleza, con los bosques, los ríos, los mares, la madre tierra”, reflexiona.