El director de la escuela de antropología de la Utec, Julio Martínez, fue el responsable de compartir la magistral charla que se desarrolló a través de la virtualidad.
Evelin Herrera
La Palabra Universitaria
Influencia hispana en las tradiciones salvadoreñas fue el tema central de una ponencia virtual, impartida por el director de la escuela de antropología de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), Julio Cesar Martínez, a estudiantes de la asignatura Realidad nacional.
La ponencia fue desarrollada con el propósito de entender la identidad salvadoreña y comprenderla para que cada uno pueda sentirse orgulloso de sus raíces. Así mismo, dio lugar para conocer que algunas tradiciones que se consideran propias en realidad han sido adoptadas culturalmente por la influencia de los españoles.
En ese sentido, Martínez explica algunos términos que son fundamentales para entender cómo tradiciones de algunos países pueden adoptarse en otros, ante esto menciona el sincretismo, aculturación y cultura dominante y hegemónica.
“El sincretismo es una combinación de elementos culturales mediante el cual dos tradiciones diferentes se ven obligadas a convivir durante un período de tiempo; aculturación es el ejercicio de transferencia de la cultura que se da cuando dos grupos culturales autónomos están en contacto; y la cultura dominante es la que tiene mayor influencia sobre otras”, expresa el ponente.
En ese contexto, Martínez explica que, en el caso de El Salvador, la cultura dominante fue la española, que influyó sobre los pueblos originarios, quienes se sometieron a los aspectos culturales que traían los españoles.
Martínez ha mostrado ejemplos de tradiciones que se celebran en El Salvador, pero que han sido adoptadas de otras culturas; entre ellas menciona la celebración del Torito Pinto, la rosca de reyes, las Guadalupes, Talcihuines, Moros y cristianos y las alfombras de Semana Santa.
“En España se celebra el toro embolado, que es un toro vivo que se inmoviliza para colocarle cuernos metálicos donde se le ponen bolas de fuego y, aquí en El Salvador, se le conoce como el torito pinto, que es una escultura de un toro que se carga en los hombros y que tira luces”, dice Martínez.
Otro ejemplo que brindó fue el de la rosca de reyes, la cual en el país se comenzó a conocer hace unos diez años. “Es originalmente del solsticio de invierno, una fiesta para Saturno por los romanos. Posteriormente pasó por los franceses, luego llegó a España y mucho tiempo después se adopta en El Salvador”.
Por otro lado, compartió que, en Granada, en el Día de la Cruz compiten para tener la mejor cruz adorna con diferentes flores; sin embargo, en América esa celebración se relaciona con la fecundidad y fertilidad, por lo que se adora al dios de la carnalidad, Tlazolteotl.
Martínez concluye expresando que existe una enorme influencia en el desarrollo de la cultura y tradiciones salvadoreñas, debido a que “cuando los españoles llegaron al continente no solo vinieron con espadas, también venían con enfermedades; sin embargo, tenían superioridad técnica y económica, por lo que los pueblos indígenas cedieron ante ellos.