A pesar de ser un estudiante activo en la carrera de psicología, el joven artista reconoce que busca sus ideales en el desarrollo de la música, pues es algo que está en su interior y busca explotarlo al máximo.
Katia Serrano-Edgardo Quintanilla-Katya Vásquez
Estudiantes de comunicaciones
La Palara Universitaria
Buscar los ideales de vida se ha convertido en el anhelo más esperado para Tito Alejandro Centeno Cisneros, un estudiante de la carrera de psicología de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), y un empedernido apasionado por la música, especialmente con enfoque cristiano, pues es el rubro que desde hace más de 13 años le abrió las puertas.
Centeno ya ha trazado el rumbo que quiere darle a su futuro, mismo que está marcado, obviamente, por formarse como un profesional de la salud mental, pero también por consagrarse como un reconocido artista a escala nacional e internacional, pero reconoce que en esa búsqueda le queda mucho camino por recorrer, especialmente en el mundo artístico, ya que en El Salvador el apoyo para artistas emergentes es casi inexistente, y con lo único que por el momento cuenta es con el incondicional apoyo de sus padres y familiares.
“Aquí en el país, con la música no hay apoyo, pero de repente te encuentras personas que sí te apoyan. Puede parecer algo ilógico lo que digo, pero es que si hubiera apoyo te buscarían para promoverte o algo”, lamenta el artista.
Es muy optimista y se caracteriza por luchar por cumplir sus sueños, aunque recalca profundamente la falta de apoyo para artistas emergentes como él, que se dedican e interesan por la música y anhelan vivir de ella; por lo tanto, es difícil promover su trabajo.
A pesar de los desafíos, muchas personas le han brindado una mano para poder abrirle espacios y dar a conocer lo que hace, lo cual, dice, son oportunidades a las que se aferra y por ninguna razón piensa dejar escapar.
Centeno dice que su día a día de repente se vuelve un poco tedioso por todo lo que debe hacer, o con lo que debe cumplir, pero resalta que con ese afán por la búsqueda de ideales de vida logra sobrellevar diversas actividades paralelas; la primera de ellas dice, dedicarse a sus actividades académicas en la Utec, llevar la música y desarrollar actividades ministeriales de la iglesia en al que se congrega, entre otras.
“Siempre hay tiempo para todo si se tiene una ruta trazada sobre lo que se quiere hacer, lo importante es organizarse”, afirma.
Puntualiza aconsejando a las personas a que no tienen por qué llevar prisa en querer hacer cualquier cosa, porque “todo lo bueno no tiene fecha de vencimiento, no importa el momento en que lo hagas, siempre será el momento indicado”, reflexiona.