De acuerdo a las expertas que han analizado la temática, la salud sexual ha sido una problemática que ha afectado a menores e, incluso, a adultos que se han enfrentado a diferentes situaciones sobre la sexualidad.
Camila Chapetón
La Palabra Universitaria
La investigadora de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), Ana Sandra Aguilar de Mendoza y la ginecóloga, Loida Santana, participaron en un conversatorio virtual impulsado desde el programa Utec Conciencia, en el que se ha analizado la importancia de la educación sexual y reproductiva.
Previo a las participaciones de las expertas, la vicerrectora de investigación de la Utec, Noris López Guevara, ha enfatizado que el conversatorio tiene como base los resultados del estudio denominado Reto de la protección del adolescente: la salud mental.
De acuerdo a las expertas la salud sexual ha sido una problemática que ha afectado a menores e, incluso, a adultos que se han enfrentado a diferentes situaciones sobre la sexualidad, sin embargo, debido a la educación y cultura que se crea sobre la salud sexual y reproductiva muchas personas suelen fracasar o interpretar mal este tema.
Resaltan que un bienestar sexual requiere de la información de los profesionales para orientar a las personas sobre medidas de prevención y saber sus derechos, lo que, además, incluye el bienestar emocional e integridad del individuo.
“En las últimas investigaciones que he realizado a nivel individual, se ha podido encontrar situaciones propias, biológicas que están dificultando tener un embarazo y una maternidad sana”, dice Aguilar.
Al mismo tiempo agrega que eso no solamente incide psicológicamente y biológicamente, sino también en su salud mental. “En la última investigación que he realizado, de una muestra de 202 adolescentes embarazas que asistieron al control al sistema nacional de salud del Ministerio de Salud, se muestra que alrededor del 50 por ciento no estaban recibiendo el apoyo social que necesitan”, explica.
Enfatiza que la violencia sexual y física se ha convertido en el diario vivir de las personas y un alto índice demuestra que las mujeres son las víctimas. “Una de cada tres mujeres sufre violencia sexual o física de algún tipo, particularmente de su pareja y hay que notar que esta violencia contra mujeres y niñas constituye una violación a los derechos humanos”, afirma Aguilar.
Por su parte la doctora Santana resalta que las adolescentes embarazadas se enfrentan a diversos riesgos sociales, como la deserción escolar, menor probabilidad de ingresos económicos, mayor riesgo de violencia por parte de su pareja, frustración, ansiedad, depresión, abuso de alcohol y otras sustancias.
Ambas profesionales coinciden en que la educaciones sexual y psicológica es un tema de suma importancia, por lo que se debe aplicar en la educación de los niños ya que ellos tienen derecho a conocer en qué momento están siendo abusados o sí en realidad están respetando su integridad.