Enclaustrado en el Centro Histórico de la capital, el recinto religioso es uno de los inmuebles más emblemáticos para los turistas, no solo por su legado histórico, sino por su particular forma estructural
Wilber Corpeño
La Palabra Universitaria
Este fin de semana se conmemorarán ocho años de la declaratoria de Bien Cultural de la Iglesia El Rosario, la cual está ubicada en el corazón del centro histórico de la capital salvadoreña, al costado oriente de la Plaza Libertad.
Fue construida entre 1964 y 1971, por el arquitecto y escultor Rubén Martínez Bulnes, a solicitud de los frailes dominicos Alejandro Peinador y Domingo Iturgaiz, miembros de la Cooperación de Santo Domingo, propietaria del terreno.
La edificación de estilo moderno, cuyo diseño fue aprobado por la Ciudad del Vaticano, parte de la utilización de sistemas constructivos contemporáneos a través de la implementación de una forma parabólica con la incorporación de escalones en toda su conformación, los cuales están compuestos por secciones rectangulares con vitrales dispuestos sin un orden específico, enmarcados con concreto, que generan un juego de luces y colores diversos al interior del templo.
En la fachada del acceso principal al costado norte de la misma se ubica la torre campanario; fue modificada tras los daños causados por el terremoto de 1986 y está compuesta por una torre de cuatro columnas unidas a través de peldaños cuadrados que se hacen más grandes a medida que la torre aumenta en su altura.
Toda la edificación está construida a base de concreto armado, únicamente repellado y afinado, lo que genera una sensación de limpieza y sencillez.
La iglesia mide aproximadamente 80 metros de largo, por 24 metros de ancho y 22 metros al punto más alto de su cubierta en forma parabólica.
Al interior se encuentra un área con esculturas en honor a diferentes personajes, la cual conduce directamente con la nave principal, que en su costado poniente contiene el altar mayor.
Todo el espacio interior del templo se encuentra decorado por elementos escultóricos elaborados por el arquitecto Martínez.
El sitio en el que se encuentra actualmente El Rosario es donde se construyó la primera catedral de El Salvador, conocida como iglesia parroquial Santísimo Salvador del Mundo, declarado Lugar Histórico de la República por medio de un decreto legislativo.