Los habitantes de las comunidades aledañas piden apoyo estatal para la instalación de una planta de tratamiento del agua.
Heidi Castillo – Antonio Herrera Fotos: Antonio Herrera La Palabra Universitaria
Abundancia y crecimiento continuo de la planta acuática ninfa, agua del río San José visiblemente contaminada y que desemboca en las aguas de la laguna de Metapán, riesgo para la salud y disminución de la economía productiva de las comunidades, son los principales problemas que afronta los pobladores de la zona.
Esta situación además de haber generado inmensa preocupación en los habitantes de las siete comunidades aledañas a la laguna, en el occidental departamento de Santa Ana, también ha despertado el interés de varias organizaciones dedicadas a la protección del medio ambiente como la Asociación GAIA El Salvador, el Comité Gestor de la Reserva de Biosfera Transfronteriza Trifinio Fraternidad (CGRBTFES) y el Comité Gestor del Corredor Biológico Trinacional Montecristo (CGCBTM) la Fundación Friedrich Ebert (FES), entre otras.
Según explican los habitantes de la zona y el análisis de los expertos del medio ambiente la contaminación del humedal, que se encuentra dentro del complejo lagunar Güija, podría estar siendo provocada por los desechos que se generan en los diferentes municipios de los alrededores, mismos que por una u otra causa van a parar a las riveras de la laguna.
“Los desechos sólidos que son los principales contaminantes de este cuerpo de agua, son los que permiten que de manera masiva se reproduzca la ninfa, planta que absorbe todos los nutrientes de la laguna, es decir, la va secando poco a poco”, explicó la presidenta de la Asociación de Desarrollo Comunal (ADESCO), de la comunidad Nueva Bendición el Zorrillal, Rina Calderón de Ávila.
Agregó que a raíz de la problemática que ya tiene alrededor de seis años de estarse suscitando, ha disminuido la producción de peces, lo cual también ha desencadenado una serie de problemas socioeconómicos en las familias que habitan la zona, ya que la pesca artesanal es la principal fuente de ingresos.
“Los ingresos han disminuido, aquellos que se dedicaban solo a la pesca ahora tienen que ingeniárselas para encontrar otras fuentes de ingreso. Es necesario encontrar alternativas y apoyo integral de parte de las autoridades estatales para que nos ayuden a devolver la calidad de la laguna de Metapán”, indicó la jefa comunal.
Tanto las comunidades como las diferentes organizaciones ambientalistas están proponiendo diferentes alternativas de solución a la problemática, entre ellas la creación e instalación de una planta de tratamiento que contribuya a la limpieza, calidad y mantenimiento permanente del cuerpo de agua, ya que las aguas del río San José, que desemboca en la laguna, está visiblemente contaminada por los desechos que generan desde la ciudad de Metapán y por industrias de la zona.
El complejo lagunar Güija es una de las zonas núcleo de la reserva de biosfera transfronteriza Trifinio Fraternidad y, además, se encuentra dentro de los considerados sitios Ramsar, categoría internacional donde los humedales son considerados de importancia internacional, debido a su riqueza biológica y porque sirve como refugio a un número significativo de aves acuáticas migratorias estacionales, de allí la importancia de encontrar soluciones a los problemas ambientales de la laguna de Metapán, por lo que significa para las comunidades de la zona y para el país.
Los representantes de las comunidades afirmaron que las peticiones de ayuda ya fueron realizadas ante las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, pero aún no han recibido respuesta favorable, algo que es más preocupante porque con el paso de los días el caudal de la laguna sigue disminuyendo debido a la abundancia de la planta acuática.
Calderón de Ávila explicó que además de los organismos dedicados a la protección del medio ambiente están recibiendo apoyo de asociaciones cooperativas de la zona, que a manera de responsabilidad social se unen a la iniciativa de limpieza de la laguna, acción que día a día es realizada de manera coordinada con los habitantes de las siete comunidades aledañas.
Además de la ayuda de las asociaciones, los representantes comunales dijeron que reciben apoyo integral de parte de la alcaldía de la localidad, que proporciona los fondos para pagar el alquiler de una maquina especializada para extraer la densa planta acuática, que es la principal causante de la lenta extinción del caudal de agua de la laguna.
La máquina trabaja en promedio cinco horas diarias de lunes a viernes, lo cual implica un costo promedio de 60 dólares por hora, lo que se traduce en una inversión de 300 dólares al día.
Durante la visita a la laguna, en el marco de una gira de periodistas que participaron en el segundo taller de formación para medios de comunicación comprometidos con la agenda verde de El Salvador, organizado por la Asociación GAIA, los comunicadores pudieron observar las labores de extracción de la ninfa que pobladores de todas las edades realizaban en las orillas de la laguna, en una zona visiblemente cubierta por la planta.
El problema que genera la planta invasora en la laguna, es que no deja espacio para otras especies y además cubre los rayos del sol necesarios para la reproducción de las especies acuíferas, o de agua dulce, inhibiendo el alimento entre especies y para la gente que pesca, con la consecuente cadena de reducción de ingresos y alimentos.
De acuerdo a la política ambiental, el Ministerio de Medio Ambiente debería orientar esfuerzos para controlar esta planta, puesto que es la entidad que garantiza el equilibrio ambiental y, en consecuencia, la seguridad alimentaria y económica de la zona.
Que clase de ninfa es la que nace en la lago de Guija, y cuales son los efectos que ocaciona esta planta al lago