La psicóloga e investigadora de la Utec, Ana Sandra Aguilar de Mendoza, fue la responsable de abordar la problemática desde el enfoque de la anorgasmia.
Edgar Guevara
La Palabra Universitaria
Los problemas sexuales en la pareja fue el tema que recientemente se abordó en el espacio de entrevista televisivo 33 Te Escucha, en el que la invitada principal fue la psicóloga e investigadora de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), Ana Sandra Aguilar de Mendoza.
De acuerdo a lo explicado por la profesional, uno de los factores más vulnerables y frecuentes es el trastorno orgásmico femenino, es decir la incapacidad de lubricación en la fase de excitación hasta terminar la activad sexual.
“Este trastorno orgásmico que podemos experimentar, especialmente cuando se es joven, es una resequedad como síntoma principal y que tiene una respuesta rápida si nosotros consultamos y nos tratan hormonalmente esa resequedad”, dijo.
Apuntó que la mujer tiene 10 estadías de umbral de excitación, por lo tanto, una mujer que tiene por debajo su umbral de excitación no necesita mayor estímulo para continuar con el proceso coital. “Sin embargo, sí una mujer se encuentra el umbral número diez, significa que la pareja necesitará mucho más tiempo para culminar su excitación”, agregó.
La psicóloga indicó que este trastorno llamado anorgasmia, que es la ausencia o deficiencia del orgasmo durante el acto sexual, puede ocurrir en dos de cada diez mujeres.
Agregó que después de los cincuenta años es común que este fenómeno se vislumbre en número elevado de mujeres adultas-mayores, es decir, que el 35 por ciento de las mujeres pueden padecer este síntoma derivado del desbalance hormonal.
Aguilar de Mendoza hace énfasis en que este tipo de problema se puede observar en la pareja a partir de una deficiencia neurológica centrada en la columna vertebral que impide enhebrar correctamente a los genitales.
Por lo tanto, apunta que una de las razones es debido a posibles operaciones quirúrgicas que restan la liberación de hormonas en las zonas del cuerpo como pechos, ovarios, útero, entre otros.
“Este fenómeno también puede surgir por la naturaleza psicógena, es decir, al momento de la relación sexual, puede que a la mujer no le ha quedado tiempo de estimularle su clítoris”, afirmó la experta.
Aguilar de Mendoza recomienda estudiar a su pareja para conocer el umbral de excitación en la que se encuentra y, así, dedicarle más tiempo y energía a estimular su genital y poder disfrutar del acto sexual de manera plena.
De no hacerlo, la experta advierte que puede originarse un problema psicológico en la pareja y a partir de aquí se observan los sentimientos de incompatibilidad conyugal al momento del acto sexual o el “clásico” sentimiento de culpa.
“Lastimosamente, en nuestra cultura se ha enseñado que el hombre tiene derecho a experimentar el placer, pero a la mujer no se le ha criado con esa idea. Es por eso que la mujer piensa que no puede o no debe experimentar de un orgasmo placentero”, reflexionó la psicóloga de la Utec.